Intolerancia Religiosa
Mundo antiguo
Las culturas primitivas y las civilizaciones del mundo antiguo no solían tener ejemplos destacados de intolerancia religiosa. Un caso aislado sería el del faraón egipcio Akenatón y su culto heliolátrico de matices monoteístas que riñó con el poder clerical de los sacerdotes tebanos. Los paganos en general, por ser politeístas, aceptaban tranquilamente la existencia de los dioses y diosas de otras culturas. Aunque en los casos de Grecia y Roma tendían muy frecuentemente a desdeñar y discriminar a los pueblos bárbaros y a las sociedades sometidas tratándolos como “salvajes”, esto era más una discriminación cultural que religiosa.
Edad Media
La humanidad vivió momentos de intolerancia religiosa durante la Edad Media. La Inquisición católica arrestó, juzgó y condenó (el castigo máximo era la hoguera) a judíos, paganos, herejes y otras minorías religiosas. En 1486 se publicó el Malleus maleficarum o Martillo de las brujas , que era un compendio de todas las fantasías sobre aquelarres, sacrificios humanos y ritos sacrílegos de esa época, sirviendo de inspiración para persecuciones religiosas durante trescientos años.
Modernidad
Los enfrentamientos religiosos no cesaron tras el final de la Edad Media, como fueron las guerras de religión entre católicos y protestantes tras la Reforma luterana, así como las luchas contra los católicos jacobitas en Inglaterra y los protestantes hugonotes en Francia. La persecución de paganos y brujos (en algunos casos sin serlo) realizada por los protestantes se conoció como la caza de brujas y provocó la muerte de miles de personas en los países protestantes de Europa y América.